Aprender ruso, 2/10/2015
Aprender ruso es como volver a tener cinco años. No sólo es aprender un nuevo idioma, sino que también supone aprender otra vez a escribir, ya que en Rusia se utiliza un alfabeto distinto al occidental, comúnmente conocido como alfabeto cirílico. Actualmente, espoleada por la llegada masiva de turistas eslavos y por jóvenes empresarios rusos, estudiar ruso se considera una decisión acertada y práctica, y ha pasado a ser la segunda opción de muchas personas, por detrás del inglés.
Veamos a continuación unas cuantas curiosidades de esta extraña y poco conocida lengua venida del este.
1. El alfabeto ruso (cirílico) se basó en el alfabeto griego, al cual se añadieron algunas letras para que fijaran sonidos puramente eslavos e inexistentes en la lengua helena. Históricamente se reconocen dos creadores oficiales: los santos Cirilo y Metodio, que presumiblemente idearon dicho alfabeto en el siglo IX para asentar el eslavo antiguo. Del nombre de San Cirilo proviene el nombre del nuevo alfabeto que crearon.
2. Muchas de las letras del alfabeto cirílico no nos son extrañas, al contrario, son las mismas que las nuestras, solo que corresponden a sonidos diferentes. Por ejemplo, en ruso la grafía H se lee como nuestra N, y la Y como nuestra U. Al principio puede resultar un poco complicado, pero si somos constantes en nuestro aprendizaje pronto sabremos leer el cirílico (casi) tan rápido como el occidental.
3. El ruso también declina. Es curioso que las lenguas románicas, venidas directamente del latín, no hayan heredado las numerosas declinaciones de éste, mientras que el ruso, que proviene de la rama eslava, sí que posea declinaciones. Este hecho dificulta el aprendizaje del idioma, ya que una misma palabra puede tener diversas terminaciones dependiendo de la función que tenga en la oración. Por lo tanto (hay que aclararlo), estudiar ruso es también volver a estudiar Gramática.
4. Rusia es el país más extenso del mundo, y por lo tanto, a parte del idioma oficial, en él se hablan centenares de idiomas, patrimonio de las etnias y culturas que allí conviven. En Rusia existen 160 grupos étnicos; de ellos, aproximadamente 142,6 millones hablan el ruso, seguido por el tártaro, que hablan 5,3 millones. El alemán se sitúa en el tercer puesto, con 2,9 millones de personas hablantes, fruto de las numerosas migraciones germanas que tuvieron lugar a lo largo de la historia.
5. Hablando de las migraciones germanas que tuvo Rusia… ¿sabéis que, en ruso, el gentilicio alemán se dice, literalmente, mudo? Ello proviene de cuando los rusos interrogaban a los inmigrantes alemanes y, a todas sus preguntas, tan sólo recibían el silencio como respuesta, ya que, evidentemente, los alemanes recién llegados no hablaban ni entendían el ruso.
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